La presentación de la declaración de renta experimentará diversas modificaciones para el próximo año, generando especulación sobre el impacto financiero de los ciudadanos sujetos al impuesto. El proceso, a realizarse ante la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), está vinculado al pago de tributos sobre ingresos o egresos en un calendario establecido por la entidad fiscal.
No obstante, para el próximo año, la declaración de renta mostrará ajustes según lo estipulado en la reforma tributaria. Aquellos asalariados no obligados a declarar serán aquellos que no asuman la responsabilidad de «impuestos a las ventas, siempre que al menos el 80 por ciento de sus ingresos brutos provenga de pagos derivados de una relación laboral o legal y reglamentaria». Además, los ciudadanos cuyo patrimonio bruto no sobrepase los $211.7 millones al cierre del año gravable también quedarán exentos de pagar impuestos.
En cuanto al consumo con tarjetas de crédito, estarán exentos aquellos cuyos gastos no superen los $65.8 millones, con un límite para consumos y compras establecido en el mismo valor.
No obstante, se deben tener en cuenta los siguientes cambios que impactarán al contribuyente tras la nueva reforma:
Ahora, el contribuyente solo puede deducir 790 Unidades de Valor Tributario (UVT) en lugar de las anteriores 2,880 UVT, lo que resultará en una deducción menor y un mayor monto a pagar.
Los intereses deducibles de préstamos de vivienda, Icetex y otros créditos educativos se verán limitados a 1,340 UVT, en comparación con el anterior límite del 40%, equivalente a 5,040 UVT. En resumen, el contribuyente solo podrá deducir un máximo de 56 millones de pesos.
Publicado por Contador Financiero, agencia de noticias e información.
