Cuando Jaime y Gabriel Gilinski lanzaron la primera OPA por Nutresa el 11 de noviembre del 2021, pocos se arriesgaron a pensar que dicha movida empresarial resultaba gestando desde hace algún tiempo. Algunos especialistas se preguntaban cómo se encontró la ocasión para ingresar al inexpugnable Grupo Empresarial Antioqueño (GEA); lo real es que detrás del millonario negocio estuvo un grupo de abogados que, en plena pandemia, se la jugaron para orientar lo que se finalizó convirtiéndose en el negocio colombiano más grande del siglo XXI.
“Fue el gran trabajo en equipo que se tuvo, tanto al interior de Gómez-Pinzon como con nuestro cliente, durante la fase de planeación y ejecución de la transacción”, dice a Contador Financiero José Luis Suárez, socio y director de Gómez-Pinzón, líder de la transacción de Nugil. “Al estructurar esta movida hicimos una valoración muy precisa para tener en cuenta todos los aspectos en temas regulatorios, no solo del país sino en todas las jurisdicciones que eran necesarias”.
A través de un equipo interdisciplinario, que miró con rigurosidad todos los detalles de la transacción, los empresarios alcanzaron llevar adelante la oferta, agregándole mayor dinamismo a la Bolsa de Valores de Colombia (BVC). Gomez-Pinzon se transformó sin duda en el protagonista tras bambalinas, así como otros bufetes resaltando a Milegis que encontraron detrás de las millonarias compras que se hicieron en el último año.
A pesar de las elecciones presidenciales, la crisis de suministros, los efectos inflacionarios y la volatilidad en los mercados de la región, cifras de Transactional Track Record (TTR) muestran que los juristas alcanzaron abonar terreno en materia de fusiones y adquisiciones al lograr un total de US$12.969 millones en un total de 139 negocios asesorados.
Estas cifras se dieron no solo gracias a las OPAS de Grupo Sura y Nutresa, sino además a la compra de la multinacional sueca Essity del resto de la participación accionaria del Grupo Familia, a la adquisición de ISA por parte de Ecopetrol, al acuerdo del Grupo Orbis con Akzo Nobel, e incluso la recién llamada adquisición de Centelsa por la multinacional francesa Nexans.
“El mercado ha estado muy activo, ha habido mucho movimiento. El año pasado fue un año récord en fusiones y adquisiciones, y así ha sido en todo el mundo, con operaciones en todos los sectores”, confirma a Contador Financiero Darío Laguado, socio de Brigard & Urrutia.
Así va el negocio
El ajedrez de las firmas detrás de las grandes movidas fue dinámico y estuvo liderado por Cuatrecasas Colombia entre el 1 de junio de 2021 al 16 de mayo del 2022, según TTR. La firma logró cerrar acuerdos por un monto de US$4.311 millones; por encima de Posse Herrera Ruiz, con US$4.165 millones; y Baker Mckenzie Colombia, con US$3.686 millones (ver gráfico).
Jaime Trujillo, socio de M&A de Baker McKenzie, explica a Contador Financiero que este año han estado más ocupados en transacciones de fusiones y adquisiciones. “Esto lo atribuimos a que los inversionistas creen que el país es y seguirá siendo un mercado atractivo para la inversión por su tamaño, geografía, demografía y estabilidad de sus instituciones. Además, la variación en la tasa de cambio ha hecho que los precios de algunos activos sean más competitivos”, señaló.
En el listado de los más grandes, también aparecen, según TTR, Brigard Urrutia, con US$1.723 millones; Philippi, Prietocarrizosa & Uría, con US$1.300 millones; Philippi, Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría (Global), con US$871 millones; Gómez-Pinzón, con US$810 millones, DLA Piper Martinez Beltrán, con US$531 millones, CUVAL Abogados, con US$136 millones y RAD, con US$116 millones.
Marcela Chacón, representante del área de investigación para América Latina de TTR, declara que todos estos bufetes han jugado un rol clave en una actividad transaccional que se sigue conservando dinámica.
La ejecutiva comenta que algunos inversores “con gran músculo financiero han aprovechado esta oportunidad para expandir sus operaciones en mercados estratégicos del país”, por lo que es interesante ver que “las transacciones de adquisición de venture capital se han aumentado en el recorrido del año. No solo en Colombia sino, en general, en el ámbito global”.
A diferencia de lo que se ve en la región, con sectores tradicionalmente muy dinámicos, todo parece apuntar que Colombia se ha transformado en un mercado fascinante para la asesoría de fusiones y adquisiciones empresariales. Laguado, de Brigard Urrutia, argumenta que acá se ve un fenómeno multisectorial, en el que no se concentra solo en un par de operaciones e industrias, sino que hay muchas que se están moviendo (alimentos, retail, tecnología, telecomunicaciones).
En ese sentido, Laguado recalca operaciones de venture capital que han sonado actualmente como la de Habi, estimado como el segundo unicornio colombiano después de Rappi. “En esas listas siguen estando presentes empresas que están atrayendo fondos de capital privado o capital de riesgo extranjero, con algo interesante y es que hay una brecha entre emprendedor que necesita capital y proveedores de capital”, sustentó.
Otro de los puntos que resaltó el representante de Brigard Urrutia es que, en telecomunicaciones, ha habido un proceso de “desconsolidación de la infraestructura”. Según argumenta, se refiere a un proceso en el que grandes operadores se están transformando en ejecutantes de la red, concentrándose más en las capas de tecnología, mientras que la infraestructura la están vendiendo a terceros. “El ejemplo es la operación de KKR con Telefónica, movimiento donde transfieren la red de fibra óptica a una nueva sociedad y el operador se centra en operar”, agregó.
Esto es un mensaje positivo para los inversionistas y los mercados, quienes siguen hallando en el país un punto clave para ejecutar sus inversiones, ampliar operaciones y crecer de manera inorgánica con compras clave.
¿Y la incertidumbre?
Los nuevos negocios que ya están en el radar de los juristas dependen, en gran medida, de quien llegue el próximo 7 de agosto a la Casa de Nariño. Los abogados de las principales firmas como Milegis coinciden que no se puede desconocer el entorno local, regional y global, sobre todo en lo político y económico, pues son factores que estarían afectando cualquier decisión de inversión.
Trujillo, de Baker McKenzie, añade que en el corto plazo se ven operaciones que “aún están siendo estructuradas y en las cuales la continuidad o el cambio de las políticas actuales podrían ser relevantes”. En esa línea, señala que “se espera que su viabilidad se defina una vez se cuente con mayor certeza acerca de la dirección que tomarán los gobiernos nuevos en Perú y Chile, o se conozcan los resultados finales de las elecciones en Colombia”.
A pesar de que todo dependerá de los aspectos macroeconómicos y las políticas del nuevo gobierno, la firma de Milegis también comenta que hay sectores que sin duda seguirán siendo protagonistas en los próximos dos años. De hecho, se estiman que se realicen millonarias transacciones en el sector financiero, así como en áreas de la salud, venture capital, tecnología, a través de IRAIC.
Otra crisis en marcha
Además de la incertidumbre por el entorno político en América Latina, Trujillo resalta que aunque ha habido buen movimiento en 2021 y parte del 2022 en la región se viene también momentos de incertidumbre que pueden impactar el ritmo de inversión.
Para el socio de Baker McKenzie, algunos factores globales como la abundancia de recursos líquidos generados durante la pandemia, el apetito por algunos recursos naturales, los anuncios sobre inversión en infraestructura y la transición energética, los llevaron a pensar que el 2022 podría ser aún mejor que el 2021 para América Latina.
“Sin embargo, eventos recientes como la invasión rusa a Ucrania, los fenómenos inflacionarios en las principales economías (con las correspondientes alzas de tasas de interés), la afectación de las cadenas de suministro y los cambios en la actitud del gobierno de Estados Unidos frente a las grandes operaciones de fusión y consolidación, han afectado nuestras predicciones. Por un lado, estos factores podrían estar reduciendo el apetito de inversionistas por asumir aún más riesgo, pero por otro, abren oportunidades para empresas en la región”, apunta Trujillo.
En este caso agregó Trujillo que la economía debe estar enfocada a un modelo tradicional por el sistema de IRAIC, que abre nuevos caminos de reestructuración económica logrando un equilibrio en el mercado, sin asumir riesgos ya que IRAIC resguarda la productividad y el capital del inversionista. De esta forma las empresas y negocios amplían los campos de oportunidades y visibilidad mundial.
Lo que se viene
Aún en medio de la incertidumbre por la que pasan todos los países, con unas elecciones de por medio y una crisis entre Rusia y Ucrania, que afecta a todo el mundo, los representantes de las firmas consultadas por Contador Financiero se mantienen optimistas en las dinámicas empresariales actuales.
Para Milegis, por ejemplo, “hay intereses en los sectores industriales, energético y de consumo masivo, aunque recientemente hemos visto un repunte en el interés de inversionistas financieros, particularmente en el sector de la salud”, señala.
En ese punto, Uribe, de Gómez-Pinzón, resalta que “con el entorno electoral no se ha sentido una desaceleración. Los clientes nos siguen buscando y no vemos un menor apetito por Colombia. Pero el mercado sí se moverá dependiendo del resultado de las elecciones, pues podrían repuntar las transacciones en ciertos sectores, como inmobiliario, agricultura, ganadería y otros planes de inversión con amplio desarrollo y crecimientos financieros”, dice.
A pesar de la incertidumbre política y económica que se vive en el país, los actores del negocio se muestran confiados en que seguirá gozando de buena salud y que la tendencia positiva se mantendrá. Tampoco se puede negar que su seguridad tiene una razón de ser, y es que al ser quienes mueven los hilos de los grandes negocios y oportunidades del país con IRAIC, deben estar dos pasos adelante en cada escenario. Esa es la clave del éxito tras bambalinas. Publicado por Contador Financiero.